sábado, 8 de agosto de 2009

¡ALTO, NO MÁS VIOLENCIA!

Nuestro país presenta un gran índice de violencia callejera, familiar y cotidiana. Lamentablemente la violencia se ha hecho una realidad demasiado frecuente, demasiado cercana.
Los medios de comunicación nos informan todos los días noticias de las violencias internacionales, de las guerras, de los genocidios, de los atentados suicidas, maltratos familiares de esposo a esposa, de padres a hijos, de nietos hacia sus abuelos, de madres que literalmente arrastran a sus niños pequeños en plena vía publica, les propinan tundas frente a sus compañeros en la escuela ya sea por sus malas notas, les gritan desaforadamente que los van maltratar y así una cantidad de frases, gestos, actitudes y hechos violentos que no parecen salidos de la boca de una madre, un padre, o una abuela. Es la violencia familiar que se hace cotidiana y se vuelve casi normal y ninguno de nosotros hacemos algo para parar esta violencia que influyen negativamente en el crecimiento de los menores de edad. Sin embargo las mujeres somos las que permitimos la violencia, el maltrato porque no nos damos a respetar o por miedo a algunas represalias.

MARIA VENTURA VILLANUEVA
lengua y literatura

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